sábado, 27 de febrero de 2016

Dios en Castellano


los ateos critican como es que Dios
escogío a Israel como sus elegidos
siendo un pueblo conflictivo, peleonero
y asquerosamente egoísta.

No conozco a los judíos
para opinar en semejantes culpas,
pero agradezco que haya sido
un pueblo de transparencia única.


Dios me habla en castellano
dicen que es mi pensamiento, mi razón...
Los ateos dirán  que  habla  mi ignorancia.
Todos tienen razón, incluyéndome.

Mi ignorancia es el único
sentido común de mi razón.
Mi conciencia me hace existir
mi ignorancia me hace amar.

Mi razón dice tengo que comer
sin glotonería, beber sin demasía
y que me sería más sano,
mantener la boca cerrada.

Mi ignorancia dice que mis sentidos,
mis emociones se desborden
en este mundo convulsionado
para encontrar mi paz absoluta.

No sé si hay alguna verdad
en mi razón...
pero en mi ignorancia
siempre hay una certeza.










miércoles, 24 de febrero de 2016

Tercer Carta


Nadie nos enseña a ser padres, aunque en los motores de búsqueda de la red encuentres sicólogos, pedagógos, aprendices de pericultura o otras charlatanerías. Solo hacen lo que aprendieron en los libros y los libros solamente enseñan lo mismo que las drogas y el alcohol. Soy un gran amante de la lectura y por eso lo sé, los libros solo me enseñaron a evadirme de la realidad.

    Quizás tu madre y mucha gente que me lo advertía, tenían razón -has algo de provecho y deja de leer y escribir-. Por supuesto, nunca lo he lamentado, los libros son la mejor de las drogas. Pero, tal vez, hayan sido una razón poderosa para no ocuparme de la familia, y si hay algo de que lamentarme con sinceridad, sería al no pedirte que te sentaras conmigo para explicarte toda la fascinación que hay en las mentiras de una gran novela, una historia que todos quisierámos vivir.

sábado, 20 de febrero de 2016

Segunda carta


Sabes nunca he tenido un amigo. Casi sesenta años sin saber lo que es la amistad, es una lástima. Deseaba que cuando nacieras empezaría a hacerme de un amigo de verdad... fracasé. Quizás, no lo intenté, y sin darme cuenta, tus amigos de barriada o de clase fueron tomando mi lugar. Indudablemente, en ellos también la figura del padre estaba desvanecida, y por desgracia, encontraste en alguien de ellos, los vicios que yo escondía.

    Pasaste la adolescencia sin darme cuenta, y de la niñez que disfrutamos, ni yo recuerdo... pero sé, que más de una vez abrazé tu cuerpo celebrando una sonrisa de triunfo infantil. Me metiste muchos goles cuando tenías siete años... espero que sigas teniendo una pierna zurda poderosa.

    

viernes, 19 de febrero de 2016

Cartas a un hijo



Perdóname hijo por tener un padre tan débil, pero es que no tengo la fe de Juan apóstol ni la inteligencia de Pablo en las epístolas. Solo tengo un corazón enfermo y enorme de amor hacía tí que solo sabe derramar pobrísimos lamentos. Quizás es demasiado tarde para que comprendas estas líneas, ya que el tiempo es demasiado cruel con el consejo de los viejos.

    Ojalá supieras que el fracaso de un padre es la mayor desgracia que pueda existir, hasta desear y ejecutar el fallido suicidio ¿Para que vivir si la semilla que sembraste no crece en tierra fértil? Sin embargo, el aire de la vida no tiene la dirección que tu quieras darle...