viernes, 19 de febrero de 2016

Cartas a un hijo



Perdóname hijo por tener un padre tan débil, pero es que no tengo la fe de Juan apóstol ni la inteligencia de Pablo en las epístolas. Solo tengo un corazón enfermo y enorme de amor hacía tí que solo sabe derramar pobrísimos lamentos. Quizás es demasiado tarde para que comprendas estas líneas, ya que el tiempo es demasiado cruel con el consejo de los viejos.

    Ojalá supieras que el fracaso de un padre es la mayor desgracia que pueda existir, hasta desear y ejecutar el fallido suicidio ¿Para que vivir si la semilla que sembraste no crece en tierra fértil? Sin embargo, el aire de la vida no tiene la dirección que tu quieras darle...

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