miércoles, 24 de febrero de 2016

Tercer Carta


Nadie nos enseña a ser padres, aunque en los motores de búsqueda de la red encuentres sicólogos, pedagógos, aprendices de pericultura o otras charlatanerías. Solo hacen lo que aprendieron en los libros y los libros solamente enseñan lo mismo que las drogas y el alcohol. Soy un gran amante de la lectura y por eso lo sé, los libros solo me enseñaron a evadirme de la realidad.

    Quizás tu madre y mucha gente que me lo advertía, tenían razón -has algo de provecho y deja de leer y escribir-. Por supuesto, nunca lo he lamentado, los libros son la mejor de las drogas. Pero, tal vez, hayan sido una razón poderosa para no ocuparme de la familia, y si hay algo de que lamentarme con sinceridad, sería al no pedirte que te sentaras conmigo para explicarte toda la fascinación que hay en las mentiras de una gran novela, una historia que todos quisierámos vivir.

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